Hace unos días recibí en casa una copia de prensa de "La Estrella Oscura", una novela de fantasía épica que prometía una más que interesante y amena lectura. Así que comencé a leer el libro de Leonardo Ropero y cuando apenas llevaba dos docenas de páginas decidí que tenía que hablar con él… Ahora, con el libro ya acabado, lo que estoy deseando es leer más novelas de Leonardo… y volver a hablar con él sobre literatura.

 

http://www.via-news.es/images/stories/libros/grupoajec/leonardoropero.jpgAsí que comencé a investigar un poco sobre este autor que cuenta en su currículo con el raro privilegio de ser dos veces consecutivas finalista del Premio Minotauro, con La estrella oscura y con Ángeles de Titanio. Este leonés ha escrito, hasta la fecha, 6 novelas y varios relatos cortos. Aunque tan sólo ha publicado La estrella oscura, libro en el que se ha volcado por completo, llegando hasta el punto de crear una página web dedicada en exclusiva a promocionarla (aunque también podéis comprar merchandising del libro), ha sido publicado por el Grupo Ajec, dentro de su colección Excalibur Fantástica.

La estrella oscura es una novela de fantasía, pero es una fantasía atípica, ya que no se centra en la magia y en otras razas, sino que se centra en la épica y la estrategia, las batallas y la política. Héroes y villanos, pero con grandes dosis de acción… y grandes batallas.

Leer un libro tan ameno e interesante de un “desconocido” me animó a entrevistarle porque quería conocer algo más sobre el autor y, cómo no, sobre su obra. Así que… comencemos la entrevista.

  • Según la publicidad, tu web personal, etc., ésta es tu primera novela. Lo siento, jejeje, pero no me lo creo, ¿cuántos borradores desechaste antes de que La estrella oscura viese la luz?

Ninguno, de verdad. Es más; ni siquiera iba a presentarla al Premio Minotauro. Me explico: cuando me enteré de que existía dicho premio –reconozco que, aunque conocía, obviamente, a la editorial Minotauro, ignoraba que tuvieran un premio de literatura fantástica–, dos meses antes de que se hicieran públicas las bases de la convocatoria del año 2.007, decidí enviar mi segunda novela, “La Flecha de Bronce”, que acababa de terminar. Pero por alguna razón, en el último momento, cambié de idea. Así que cogí “La Crónica de Nerdhos” y la mandé sin corregir, y sin formatear, por lo que me salió un tocho de casi seiscientas páginas; menos mal que a Minotauro hay que enviar sólo un volumen encuadernado. No es vanidad: sencillamente, pensaba que no tenía la menor oportunidad ni de llegar a la final. Un desconocido con su primera novela… Las probabilidades no estaban precisamente a mi favor.

  • ¿Qué te incitó a escribir? ¿No encontrabas en las librerías lo que querías leer o es que tenías la necesidad de aportar algo?

Siempre me encantó leer; los libros son para mí un auténtico vicio, y tengo la casa literalmente cubierta de ellos. Y quizás debido a eso tenía muchas ganas de empezar a escribir, de crear mis propias historias. Pero no me atrevía. Hasta que por motivos de trabajo estuve un año separado de mi familia. Fue entonces cuando en la soledad de la noche, en el más absoluto silencio; sin televisión –ni la tenía ni la quería; he olvidado cuando fue la última vez que la encendí- ni distracciones, arranqué mi ordenador y tecleé: “El rey Cayo no podía dormir esa noche…”

  • http://www.via-news.es/images/stories/libros/grupoajec/estrellaoscura.jpgLa estrella oscura no es una novela de fantasía al uso, ¿de dónde sacaste la inspiración para escribirla?

Sin duda de la historia. Me apasiona leer libros de historia, sobre todo de la antigüedad y la edad media. Me refiero a libros divulgativos, no a novela histórica –que también me gusta–. Mucha gente me ha preguntado que por qué no escribo novela histórica, de hecho. Y la razón es bien sencilla: no tengo el tiempo suficiente para documentarme; escribir una novela me llevaría años. Escribir novela histórica es muy difícil y requiere un esfuerzo enorme de investigación.

  • Una vez escrita, ¿qué te impulsó a presentarla al Premio Minotauro 2007? A fin de cuentas, era tu primera novela…

Pues… el monto económico del premio, jajaja. No voy a engañarte. La verdad es que en aquellos momentos no pensaba ni en fama, ni prestigio, ni en comenzar una carrera literaria. Era mi primera novela, estaba empezando, y no era consciente de la magnitud real del evento.

  • ¿Cómo acogiste la noticia de acabar finalista, pero no vencedor?

Cuando me llamaron de Planeta para preguntarme si iba a acudir a la fiesta casi me da un infarto. Hacía días que se sabían los nombres de los finalistas, pero yo lo ignoraba, y me enteré gracias a esa llamada. Tuve que sentarme, de verdad. Porque en ningún momento creí que pudiera llegar a la final con una “opera prima”, hasta el punto de que no estaba pendiente ni de la publicación de los nombres de los finalistas. Por otra parte, el momento de la lectura del ganador de aquella edición, que viví en directo, fue uno de los más intensos de mi vida. Lógicamente me llevé una gran decepción, como los otros tres finalistas que me acompañaban, pero mereció la pena vivir aquella experiencia.

  • Después del espaldarazo, continuaste escribiendo, ¿recibiste entonces la oferta de publicar La estrella oscura con el Grupo Ajec o costó más tiempo?

Tuve la novela metida en un cajón durante más de un año. Pasado ese tiempo me decidí a comenzar a moverla. Escuché muy buenas referencias de AJEC, como editorial joven, dinámica, que además daba cancha a autores noveles, y se la envié a Raúl. Al cabo de unos meses me escribió diciéndome que le había gustado y quería publicarla. Así fue como comenzó todo.

  • Un año después vuelves a participar en el Premio Minotauro, en esta ocasión cambias de género, ciencia-ficción, y de nombre, utilizas seudónimo… ¿por qué tanto cambio?

Todo surgió de un debate que estaba leyendo, sin intervenir, en un foro de Internet sobre el premio Minotauro. En él, una persona dijo que pensaba que era imposible que una novela de ciencia ficción ganara el Minotauro, dando a continuación los motivos por los que pensaba tal cosa. Entonces decidí escribir una novela ex profeso para la siguiente edición, que evidentemente tenía que ser… de ciencia ficción. Fue un pequeño reto personal. En cuanto a lo de usar un seudónimo, lo creí conveniente por haber quedado finalista en la anterior edición. Mejor volver a intentarlo anónimamente. Por cierto que en aquella edición, que ganó Giordano, al menos dos de las novelas finalistas eran de ciencia ficción, y una de ellas fue publicada por Minotauro, si mal no recuerdo. Me alegro por ello, porque la CiFi me apasiona.

  • Perdona, entonces, que te pregunte esto, pero… ¿de qué trata Ángeles de Titanio? ¿de qué tipo de cifi estamos hablando?

Nos encontramos en un futuro muy próximo, en el año 2150. Tras la cadena de atentados y combates entre diversas facciones religiosas, conocidas como “La Revolución de los Profetas”, ocurridos en el año 2050, los gobiernos occidentales han prohibido terminantemente todo tipo de manifestación religiosa pública, y han elaborado una ley muy estricta que regula y rige las creencias y confesiones. Como hace años que los ejércitos son privados, se crea una unidad de élite estatal, la Policía Trascendental, -en realidad un potente ejército y casi un segundo estado- que aplasta cualquier manifestación religiosa no autorizada. Por otro lado, se ha legalizado por completo el consumo de drogas, y las farmacias se han convertido en grandes superficies, en las que se puede conseguir cualquier tipo de sustancia, incluyendo diseños personalizados. El Ministerio de Sanidad debe controlar el “consumo responsable”, y para ello tiene una unidad policial –las policías privadas sólo protegen y vigilan los barrios residenciales-, los Inspectores de Control de Consumo, que coordina Klaus Gordonkraff.
A sus órdenes trabaja el protagonista, un quemadísimo agente llamado Denius Antelimas, quizás el único de todo el departamento que no está corrompido hasta la médula, que se ve envuelto accidentalmente en un turbio asunto: los miembros de una secta llamada “Los Hijos del Infinito” comienzan a desaparecer misteriosamente. Al gobierno le tiene sin cuidado, hasta que la Ministra de Bienestar Espiritual –que además es la amante del presidente- desaparece también. La Policía Trascendental asegura que no tiene nada que ver y que no sabe nada del asunto –si les hubieran matado lo habrían dicho abiertamente-, y el agente Denius es obligado a colaborar con los Trascendentales.
Y hasta aquí puedo leer.  Por alguna razón, mientras la escribía, me imaginaba al protagonista como Harrison Ford en “Blade Runner”.

  • Nuevamente quedas finalista, pero no triunfador, ¿te desanimó eso para siguientes concursos? ¿O te supuso un impulso definitivo al demostrarte que tenías la calidad necesaria?

Mira, si te soy sincero, en la segunda edición no tenía la menor esperanza de ganar; para mí ya fue todo un éxito llegar de nuevo vez a la final. Eso sí, mi etapa “Minotaura” la cerré, porque hay que saber retirarse a tiempo. Desde entonces sólo me he presentado a otro concurso de novela, pero por ahora no puedo hablar de él, porque está en fase de decisión y las obras se presentan bajo plica. Lo que sí es cierto es que esa segunda final me hizo tomarme más en serio la escritura, haciéndome ver que, efectivamente, quizás sí tuviera la calidad suficiente como para centrarme en publicar. Por cierto que “Ángeles de Titanio” sigue metidita en su cajón; aún no la he comenzado a mover. Lo digo por si algún editor está leyendo estas líneas, 😀

  • Volviendo a La estrella oscura, no sólo has publicado un libro, sino que has creado una web para publicitarlo en la que incluso vendes réplicas de la Piedra de Larten, ¿tanta fe tienes en la novela? (aclaro que yo sí, no dejo de recomendarla)

Considero que es casi una obligación intentar colaborar a la promoción de tus propias obras. Es muy fácil dejarlo todo en manos del editor, y en cierto modo creo que no es justo cuando es una editorial pequeña y encima está apostando por un autor novel. De ahí la creación de la web. Quise que se pareciera lo más posible a la web oficial de una película –vivimos en un mundo eminentemente visual- y, francamente, estoy encantado con el resultado. Tanto la página –diseño, programación, estructura, material adicional- como el merchandising se lo debo a mi esposa, que tenía ganas de dejar de serlo el día que acabó con la web, jajaja. La verdad es que trabajó muchísimo, y creo que el resultado lo demuestra. Además tuve la suerte de poder contar con material original, diseñado ex profeso para la página, lo que le da una apariencia muy profesional.

  • Para cualquiera que lea La estrella oscura es obvio que adoras la táctica y la estrategia, ¿de dónde nace ese amor y por qué lo incorporas tan evidentemente en la novela?

La estrategia, la táctica, y la historia de las grandes batallas en las que se ha visto inmersa la Humanidad me interesan desde pequeño, pero desde la perspectiva de la investigación y el conocimiento, porque nada hay más terrible que una guerra. En mi novela intento presentarla tal y como es en la realidad: capaz de que los hombres alcancen las más altas cotas de heroísmo y los más elevados grados de abyección. Tengo en casa una veintena de libros que versan sobre estrategia, táctica, grandes generales y batallas, e incluso sobre errores militares, e intenté aplicar sus enseñanzas para que cada batalla pareciera real. Me encantaba poner en apuros a los protagonistas, presentándoles combates claramente desventajosos, y ponerme en su lugar, pensando: “Bien, Leonardo, ¿ahora qué hacemos? Porque nos van a machacar”. De hecho incluso ideé un dispositivo para derribar las torres de asedio del enemigo durante el asedio de Albhanta –deformación profesional; soy ingeniero–. Me sorprendió mucho ver un sistema muy similar en “El Reino de los Cielos” (diseñado por Balian, el protagonista, con el objetivo de tumbar las torres de Saladino), película que vi mucho tiempo después de su estreno, cuando ya había terminado la novela –la película le pega tales patadas a la historia que me costó enfrentarme a ella–. Entonces pensé: “Ridley Scott me ha plagiado la idea”.

  • Una pregunta típica, ¿qué te ha influido al escribir La estrella oscura?

Ante todo, una época que me apasiona: los últimos tiempos del Imperio Romano en el noroeste de España. Allí convivían Roma –en plena decadencia–, los descendientes de los cántabros y astures, que tantos quebraderos de cabeza les causaron durante las Guerras Cántabras, y los invasores germánicos, precursores de la caballería feudal. También Bizancio, el último resplandor del otrora magnífico Imperio. Alejandro Magno, que justamente se ha convertido en leyenda, y Aníbal de Cartago, general a quien admiro profundamente; un genio de la táctica, que fue capaz de derrotar en Cannas a un ejército que le doblaba en número usando magistralmente su caballería. Por otro lado, es fácil comprobar que en mi novela no sigo la tradición mágica anglosajona, sino la nuestra, menos espectacular en la forma pero igualmente apasionante. Tradiciones orales que hablan de ninfas, de espíritus venidos del más allá; la cercanía de la Muerte, a la que se trata como una compañera de viaje más.

  • ¿Hay alguna posibilidad de que veamos alguna continuación de La estrella oscura? A fin de cuentas dejas varias cosas en el aire…

Pues la verdad es que no lo sé. Te voy a dar una primicia: cuando terminé mi segunda novela, “La Flecha de Bronce” –esta sí que tiene un componente fantástico más acusado-… comencé una nueva novela centrada en Nerdhos y los protagonistas de “La Estrella”; no me atrevo a llamarla continuación, porque sería asimismo autoconclusiva. Y cuando llevaba algo más de 100 páginas, me entró el miedo escénico y la aparqué. Lo que te puedo decir es que el título provisional era “Los Pueblos del Mar”, y que en esta ocasión, Erobio  tiene que enfrentarse a una enigmática reina que es tan inteligente como él. Quién sabe: si “La Estrella Oscura” tiene éxito, quizás me anime y la termine. Además echo de menos las grandes batallas.

  • Por lo que veo has escrito 3 novelas de fantasía y 2 de ciencia ficción, las alternabas, hasta que, de repente, cambias al thriller… ¿explorando nuevos géneros? ¿has pensado en probar con los zombies?, están de moda… 😛

Las historias surgen solas, la verdad. Es cierto que últimamente he girado hacia las novelas de intriga, pero sencillamente porque las tramas que se me ocurrían lo requerían. De hecho, mi penúltima novela, “La Corporación” –la última es una novela corta- la terminé en cuatro meses. Me vino a la cabeza toda la obra como si estuviera viendo una película, y no pude parar hasta terminarla. En cuanto a los zombies, lo único que se me ocurre es una trama en la cual una sociedad secreta, integrada por miles de lectores de fantasía y ciencia ficción, conspira para destruir las novelas de zombies que están de moda, y es tal su éxito que se atreven a hacer desaparecer todo lo que está de moda 😀

  • Soy un adicto a la ci-fi (nos “debes” una novela de cifi según las cuentas anteriores) y me da que escribes el tipo de ci-fi que a mi me gustaría leer. ¿qué es lo que te interesa sobre este género?

En los años ochenta devoraba, literalmente, ci-fi. Disfruté como un niño –al fin y al cabo es lo que era- con Silverberg, Ursula K Le Guin, Isaac Asimov, Heinlein, Philip K Dick… de la ciencia ficción me gusta prácticamente todo, pero baso mis novelas en futuros muy próximos, o incluso en la época actual. ¿Qué me gustaría hacer algún día? Pues describir la Primera Guerra Universal, que, por cierto, se parecería poco a La Guerra de las Galaxias.

  • ¿Cómo está siendo la respuesta del público ante La Estrella Oscura?

Aún es pronto para saberlo –la novela salió al mercado en el mes de septiembre de 2.009- pero las opiniones y reseñas que me están llegando son, por el momento, bastante buenas. Mi más sincero agradecimiento a los lectores. La opinión más bonita me la dio una lectora, que me dijo que le encantaba el tratamiento que hacía de las mujeres en la novela. Yo, que no tengo ni idea de cómo piensan las mujeres, me sentí tremendamente halagado.

  • ¿Qué te han dicho desde el Grupo Ajec sobre nuevas novelas?

La agenda de AJEC está muy cargada; en este país hay mucha gente que escribe francamente bien, y Raúl apuesta por los autores noveles. Además, se lee –podéis estar seguros- todo el material que le llega, que es muchísimo. Para mí siempre será un placer ser editado por AJEC, y espero que algún día pegue el “pelotazo” que se merece.

  • ¿Qué tipo de historia te gusta escribir?

Siempre tuve miedo de crear un mundo y no poder salir de él, de ser un autor de una única historia. Quizás por ello mis novelas tienen poco que ver entre ellas. Cuando llega la chispa de la inspiración, me da lo mismo si la novela será épica, de ciencia ficción, de suspense, o lo que se tercie. Sencillamente siento la imperiosa necesidad de escribirla.

  • ¿Y leer?

Aquellas en las que el ser humano intenta superarse cada día, y lucha por sus ideales, por su gente, o porque no le queda más remedio, aunque acabe siendo derrotado. Aunque he de reconocer que prefiero las historias que terminan bien. Ya es suficientemente dura la realidad con la que nos enfrentamos día a día.

  • Bueno, vamos acabando ya. Así que, recomiéndanos un libro de fantasía, uno de ciencia-ficción y uno de thriller (no haber usado tantos géneros, jeje)

En lo tocante a la fantasía, no voy a ser nada original: para mí el Libro de los Libros es “El Señor de Los Anillos”. En cuanto a la ciencia ficción, mi preferido es “1.984”, de Orwell, seguido muy de cerca por “¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?”, de Dick. Y en cuanto al “thriller”, sin duda “La Corporación”. Ya sé que esta última la he escrito yo, pero es que no puedo evitarlo. Estoy enamorado de esa novela. Espero que me perdones este arrebato de vanidad.

La estrella oscura
Leonardo Ropero
Reseña de
La estrella oscura