Hoy mismo he terminado de leer "El Pozo de la Oscuridad", primera novela de la trilogía "La Gema Soberana" de  Margaret Weis y Tracy Hickman y la verdad es que me he sentido profundamente decepcionado.
http://www.via-news.es/images/stories/libros/altaya/pozo.jpgEl Pozo de Oscuridad / La Gema Soberana 1
Margaret Weis, Tracy Hickman   
ISBN: 844803323X
478 páginas
Cartoné
21.50 €//7,95 € (colección Grandes Sagas Literatura Fantástica)
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{xtypo_quote} Loerem es un mundo de increíble belleza donde conviven humanos, elfos, enanos y orcos en un frágil equilibrio de poderes e intereses. Los encargados de mantener esa armonía son los Señores del Dominio, guerreros -y a la par pacificadores- forjados gracias a la magia otorgada por los dioses de la Gema Soberana.
Pero un mal casi olvidado reposa en el corazón de Loerem… y en el sagrado corazón de la Gema.

Gareth es elegido para servir como niño de azotes del joven príncipe Dagnarus, un chiquillo voluntarioso y carismático, segundo en la línea de sucesión al trono. El inocente cuerpo de Gareth es el destinatario de los golpes que según la ley no se le pueden propinar a la real persona que los merece. A lo largo de los años se consolida la obsesión de Dagnarus por gobernar a cualquier precio, mientras el leal gareth sigue a su lado y sufre en su lugar, incluso cuando su dedicación lo conduce por el sendero de la magia prohibida hacia una terrible oscuridad. {/xtypo_quote}
El Pozo de la Oscuridad es el vigésimo segundo libro de la colección Grandes Sagas de la Literatura Fantástica, de Ediciones Altaya (que ha sido absorbida por Planeta) y la verdad es que no se merece estás dentro de una colección que, presuntamente, publica  “Grandes Sagas” de fantasía. Tanto es así que no sé si seré capaz de leerme los dos libros siguientes…

Resumiendo, la historia se sitúa en Loerem, un mundo donde enanos, elfos, orcos y humanos conviven en un continente con 4 zonas perfectamente delimitadas, casi aisladas y comunicadas por portales mágicos, divinos. Así, los Señores del Dominio vigilan los portales y éstos han dado una edad dorada a las 4 razas. Pero, claro, los intrigantes elfos comienzan a maquinar, divididos en dos facciones, Escudo y Divino, llevarán su conflicto a la corte real de Vinnegael, centro de la trama y donde nos encontramos a los protagonistas. Comenzando con Dagnarus, hijo pequeño y bicho malo donde los haya, niñato, mimado, consentido… ¡lo tiene todo!, aunque su hermano, Helmos, justo lo contrario, noble, caballeroso, comprensivo y… un pardillo de tomo y lomo. Si a esto le sumamos que el padre de ambos, Tamaros, que ha sido un gran rey pero, claro, se ha hecho viejo y se ha idiotizado. Pues es “fácil” entender que Gareth, nuevo niño de los azotes de Dagnarus, lo idolatre hasta el punto de adentrarse en el estudio de la peligrosa, y maléfica, magia del Vacío.

Vamos, que la historia no hay por donde cogerla. Desde el comienzo del libro se ve que Dagnarus odia a Helmos y desea el puesto de Tamaros, así que ¿quién en su sano juicio se puede sorprender de la trama? Ni siquiera  Margaret Weis y Tracy Hickman se sorprenden, de hecho se saltan varios años de la trama dándolos por sabidos, para llegar al “sorprendente” momento en el que Dagnarus… en fin, que ya os podéis imaginar lo que pasa, ¿no?.

Así que, no sé vosotros, pero después de leer libros, y sagas, tan buenas como Dragonlance, Ciclo de la Puerta de la Muerte, La espada de Joram o La Rosa del Profeta, es una pena verles hacer un libro tan malo como este. Ni siquiera el considerarlo como literatura infantil/juvenil les puede salvar. Es un libro previsible, soso y en el que no se ve un solo gramo de originalidad. Para colmo, ninguno de los personajes, ni siquiera Gareth, genera empatía alguna. Una pena y una pérdida de tiempo.