A Alfonso Azpiri no es necesario presentarle puesto que ya es historia viva del cómic de nuestro país. Su larga trayectoria empieza en la revista Trinca en los años 70, para pasar después por varias revistas (como, por ejemplo, la prestigiosa Heavy Metal, 1984 o la añorada Cimoc), crear varios álbumes ("Dos Fugitivos", "Alpha Cosmos", varios de "Lorna y su Robot", "MOT" o las historias cortas de "Pesadillas" y "Otros Sueños"), ilustrar centenares de carátulas para videojuegos de compañías españolas de la época (Dinamic Multimedia, Elbe, Opera Soft,…), una época dorada en el sector. Entre éstas, curiosamente, "MOT" en su adaptación a los videojuegos (por Opera Soft).