Tras la reaparición de Voldemort, la Orden del Fénix se reúne en torno a Harry Potter, del que todo el mundo comienza a dudar, lo cual no es nada fácil teniendo en cuenta que está en plena adolescencia y tratando de ubicarse en el cada vez más complicado mundo mágico al que pertenece.
Salamandra. 2004.
Título original: Harry Potter and the Order of the Phoenix.
Traducción: Gemma Rovira Ortega.
893 páginas.
Creo que si algo caracteriza a este quinto libro es que Harry penetra en una realidad diferente en la que no todo es sorprendente y maravilloso como lo era al entrar en el mundo mágico: la adolescencia y el mundo de la magia le muestran una realidad distinta, menos amable, más angustiosa y en la que el peligro acecha en el horizonte. La saga con ello se vuelve más oscura, más tenebrosa y la atmósfera que envuelve el universo en el que se mueve Harry Potter se oscurece. Además casi todo el mundo mágico pone en entredicho al protagonista y sólo los lectores, que pasan las hojas instalados en la angustia vital del personaje, se mantienen fieles junto a un puñado de personajes que siempre lo son.
Es el libro más largo de la serie, lo cual ha sido aceptado por la propia autora como una de sus pegas ya que mucha gente ha criticado que es demasiado largo. La razón de ello es que trata de ser ya no una novela para niños sino que procura acomodarse a un público más amplio y se complica tanto la trama como su propia estructura interna.
La principal consecuencia de que aumenten de forma tan considerable sus páginas es que el conjunto queda algo desequilibrado y excesivo y hay fragmentos de lectura más pesada y que obligan a un mayor esfuerzo para mantener la atención y el interés en el lector. Por contra eso le permite a Rowling profundizar más en sus explicaciones, ampliar el universo de su saga y complicar la trama, lo que a la postre se convertirá en un problema que, desde mi punto de vista, se hace patente sobretodo en el último libro. Esencialmente el problema radica en que para proporcionar novedades y sorpresas Rowling complica su propio universo, las reglas del mismo y multiplica los personajes secundarios con lo que su trabajo como narradora también se hace más difícil porque como en una pista central de circo, tiene que mantener demasiados platos girando a la vez.
La historia se complica y la presencia de Voldemort se hace ya más patente tras el enfrentamiento que tenía lugar en el libro anterior y a través de los Mortífagos en oposición a la Órden del Fénix.
Sinopsis de la editorial: Las tediosas vacaciones de verano en casa de sus tios todavía no han acabado y Harry se encuentra más inquieto que nunca, apenas a tenido noticias de sus amigos y presiente que algo extraño esta sucediendo. En efecto, cuando por fin comienza otro curso en Hogwarts sus temores se hacen realidad, el ministerio de magia niega que Voldemort haya regresado y ha iniciado una campaña de desprestigio contra Harry y Dumbledore, para lo cual ha asignado a la horrible profesora Umbridge, así pues, además de sentirse solo e incómodo, Harry sospecha que Voldemort puede adivinar sus pensamientos, e intuye que el temible mago trata de apoderarse de un objeto secreto que le permitiría recuperar su poder.
¡Un episodio genial! Y me pareció un acierto el casting. Tawny Newsome como Beckett Mariner y Jack Quaid como Brad…