Reseña de la película “Closer“, dirigida por Mike Nichols y protagonizada por Julia Roberts, Jude Law, Natalie Portman y Clive Owen
.
“Closer“
Dirección: Mike Nichols.
País: USA.
Año: 2004.
Duración: 98 min.
Género: Drama.
Interpretación: Julia Roberts (Anna), Jude Law (Dan), Natalie Portman (Alice), Clive Owen (Larry).
Guión: Patrick Marber; basado en su obra teatral “Closer”.
Producción: Mike Nichols, John Calley y Cary Brokaw.
Fotografía: Stephen Goldblatt.
Montaje: John Bloom y Antonia Van Drimmelen.
——————————————————————————–
Me tomo esta reseña como un aviso o un consejo para quienes hayáis oído hablar de “Closer” por los Globos de Oro que ha ganado (Natalie Portman y Clive Owen como mejores secundarios) o las nominaciones que tenía y que no ganó (mejor película dramática, director y guión), para quiénes veáis en el cartel anunciador a Julia Roberts y Jude Law además de los ya mencionados Natalie Portman y Clive Owen, para los que sepáis que el director es Mike Nichols y os haya gustado por títulos como “El graduado“, “¿Quién teme a Virginia Woolf?“, “Armas de mujer“, “Lobo” o “Primary colors“. Y también para todos aquellos que os sintáis atraídos por las nominaciones a los óscars que recibirá. Y es un aviso porque no sé si esta será la película que esperáis ver y conviene que lo tengáis en cuenta.
“Closer” (parece que afortunadamente se ha impuesto el título original que no el que le reservaba la distribución española “Cegados por el deseo“), es una adaptación de una obra de teatro de Patrick Marber que en su día tuvo un sonado éxito en el West End londinense y Broadway (las Mecas del Teatro Mundial). Este es un dato importante, como también lo es que su escritor fue muy reacio durante mucho tiempo a vender los derechos de su obra para hacer una versión cinematográfica y lo fue hasta que Mike Nichols le convenció con la promesa de que él mismo escribiría el guión de la película. Y probablemente dio el sí porque se iba a respetar al máximo su estructura narrativa. Digo esto porque nos encontramos ante una película eminentemente “teatral”, basada en conversaciones y en la pericia de los actores, en planos contraplanos, y en escenas, casi siempre interiores, bastante largas en las que es preciso atender al máximo a cada línea de diálogo porque con ellos hay que desobillar el hilo enmarañado de las relaciones de los personajes. Vamos, que tened en cuenta lo que váis a ver o saldréis defraudados y con esto no digo que sea mala, que no pueda gustar o que no merezca la pena. Al contrario, me parece una buena película, pero tienes que querer verla, no sé si me explico.
Fundamentalmente es una ácida disección de las relaciones de pareja , que va sin rodeos al meollo de la cuestión, a lo difícil que es consolidar una relación, a lo complicado que es mantener la chispa del amor, a lo imprevisible que es el deseo y la pasión, a lo duro que es aceptar que tendemos a la poligamia aunque estemos educados en la monogamia y parezca ésta la mejor solución para nuestra estabilidad emocional (vamos, que es la leche de complicado ser fiel a la misma persona), a lo duro que es ser sincero en las relaciones con los demás, a lo traumático que significa dejar o perder a alguien a quien quieres…… Hay mucho fondo argumental en “Closer” y ese fondo va descubriéndose a través de la interacción de cuatro personajes que se entrecruzan, pero no mediante una narración o una exposición de sucesos, sino mediante sus conversaciones, sus gestos, sus miradas (magníficos los cuatro actores, no podía ser de otra manera en una película de estas características). En este sentido hay una peculiaridad que me parece sobresaliente y es que exige que el espectador sea activo, que ate cabos, que esté atento a lo que los personajes tienen que decirse porque no vemos cómo evolucionan sus relaciones, pero lo sabemos por lo que se dicen, por los reproches que se hacen o por las muestras de afecto que intercambian. Es más, a veces entre una escena y la siguiente pasan meses o incluso un año, pero nadie te lo explica, no hay narrador, no hay indicadores visuales que te den pistas, lo sabes porque los personajes lo sacan a colación. En ese sentido es una película de escenas yuxtapuestas, de narración abrupta, cada escena es una pieza del puzzle y en ese sentido hay un cierto “suspense” porque vas aclarando la situación mientras juntas las piezas.
La película tiene un arranque magnífico…..un plano contraplano de Jude Law (Dan) y Natalie Portman (Alice) caminando por una calle repleta de gente, destacando entre ella, viéndose el uno al otro, clavándose con su mirada en los ojos del otro, sonriéndose, descubriéndose, sintiendo mutua atracción, interesándose y encontrándose…todo ello a cámara lenta, con “The blower´s daughter” de Damien Rice sonando de fondo. Es una escena aparentemente sencilla y en cambio anticipa lo que va a ser la película…..¿quiénes son esos dos personajes? ¿se conocen? ¿por qué se sienten atraídos? (anticipa que el espectador tendra que desentrañar las relaciones de los personajes) y por otro lado ese tono melancólico que le imprime la canción (anticipa las sensaciones que se van a vivir a lo largo del desarrollo argumental). Aunque más que melancolía lo que la impregna es un poso amargo, ácido, hay poca dulzura en lo que los personajes tienen que decirse (véase la escena del chateo o casi cualquier escena de Clive Owen) y al final la moraleja parece ser que quien vence es quien acepta la verdad, la realidad, por dura e hiriente que esta sea. En algunos aspectos me ha recordado esta película a “¿Quién teme a Virgina Woolf?“, aunque aquella aún era más corrosiva si cabe en lo que a disección de las relaciones de pareja respecta.
Otra gran baza de esta película es que los cuatro actores protagonistas están soberbios. Una duda ¿por qué son protagonistas Jude Law y Julia Roberts y no Natalie Portman y Clive Owen?. En alguna entrevista Julia Roberts ha reconocido que se sintió sorprendida por lo mucho que prepararon los personajes antes de filmar y no era para menos ya que el que la película funcione depende directamente de ellos y sus actuaciones. Mike Nichols siempre ha sido un buen director de actores, en ese sentido tenían mucho ganado, pero hay que reconocer que los papeles eran muy complicados y que los han bordado. Quizás el trabajo más alabado ha sido el de Natalie Portman, quien tuvo que rodar escenas de bailarina de striptease (algo que, seamos sinceros, no le pega nada) y sale más que airosa de la situación. Al final sus desnudos han quedado fuera del montaje final y lo cierto es que no se echan en falta porque sólo hubieran contribuido a hacer más sórdida una escena que ya lo es en sí misma con las palabras que “escupe” Clive Owen. En lo que a mí respecta y con el doblaje al margen (no me gusta la voz que le han puesto), Clive Owen me parece el auténtico prodigio de actuación de la película (lo cual es mucho decir) porque está insuperable y sus escenas son las de más intensidad sea con el compañero o compañera de reparto que sea. En cuanto a Julia Roberts y Jude Law decir simplemente que están perfectos. pocas películas habrá del pasado 2004 con actuaciones tan buenas.
Eso sí, pese a todo lo que estoy diciendo vuelvo al inicio de la reseña, no es una película de las que levantan pasiones en las plateas de los cines. La sala quedó muda mientras se iba desalojando cuando la vi. De inicio es una película complicada de ver en pareja porque puede tener efectos secundarios y también resultará difícil a quien vaya al cine a avadirse y tiene la complicación añadida que es difícil que los personajes caigan bien porque todos tienen peros, aunque no nos engañemos, son tan reales como cualquiera de nosotros. Sea como fuere, una magnífica película.
¡¡QUIERO MÁS!!