Zangol sale de su retiro otoñal para ofrecernos la reseña del debut de Jason Reitman en la dirección con la sorprendente  nominada en los Óscars, Juno. Una película que, parecer ser, resulta en un agradable soplo para una cartelera típica.

{mosimage}Título original: Juno
País: Estados Unidos
Año: 2007
Duración: 92 min.
Género: Comedia dramática
Reparto: Jennifer Garner, J.K. Simmons, Allison Janney, Ellen Page, Jason Bateman, Michael Cera, Olivia Thirlby
Guión: Diablo Cody
Distribuidora: 20th. Century Fox
Productora: Fox Searchlight Pictures, Mr. Mudd, Mandate Pictures
Dirección artística: Catherine Schroer, Michael Diner
Director de fotografía: Eric Steelberg
Diseño de Producción: Steve Saklad
Montaje: Dana E. Glauberman
Música: Matt Messina
Productor: Brad Van Arragon, Jim Miller, John Malkovich, Kelli Konop, Lianne Halfon, Mason Novick, Russell Smith
Productor ejecutivo: Daniel Dubiecki, Joseph Drake, Nathan Kahane
Vestuario: Monique Prudhomme
Ha vuelto a pasar este año lo que el año pasado ocurrió con “Pequeña Miss Sunshine” y una película “pequeña”, una comedia  de guión con desparpajo y sin grandes estrellas se ha convertido en esa pequeña maravilla que encandila a todos los públicos, les hace reír, les hace emocionarse y a la postre deja un magnífico recuerdo por el buen rato que ha hecho pasar.  Así lo han entendido en la Academia de Hollywood que la ha nominado para mejor película, director, actriz y guión original.

De “Juno” puede decirse que aunque su argumento podría contarse en tres líneas (con ver el cartel anunciador uno ya sabe de qué va) lo importante no es lo que pasa sino cómo se cuenta y qué se está diciendo. En realidad todo está ya contado pero tan importante como un argumento es lo que se dice en él.

Lamentablemente este tipo de películas suelen pasar desapercibidas porque no tienen gancho para la taquilla, no se anuncian con estrellas rutilantes ni trailers rimbombantes y sin embargo son la verdadera gran oferta del cine estadounidense actual. Son películas hermosas en su sencillez, construidas a partir de un buen guión y que funcionan a la perfección dentro de sus limitaciones. Son numerosos los ejemplos recientes de este tipo de cine gestado en su mayoría en autores que proceden del territorio del cine independiente. Ahora se me ocurren títulos muy recomendables comedias y dramas, no todos ellos igual de brillantes pero sí interesantes para ese público que no sólo busca acción en las pantallas como “El hombre del tiempo”, “Una historia de Brooklyn”, “Half Nelson”, “Entre copas”, “El señor de la guerra”, “Algo en común”, “Pequeña Miss sunshine”, “Virgen a los 40” o “Gracias por fumar” que es la anterior y primera película de Jason Reitman, el director de esta “Juno”.  

Lo que cabría preguntarse es si realmente es “pequeño” o “limitado” lo que se insinúa en “Juno” por ejemplo, que pienso que no. No hay que confundir  el que “pasen” pocas “cosas” en un argumento con que éste no te susurre un buen número de ideas o pensamientos en los que meditar. Pienso que en ese sentido esta película es ejemplar porque rezuma sentido común. Impresionantes todos y cada uno de los momentos en que Juno habla con sus padres, pero sobretodo dos escenas magníficas: cuando les explica su comprometida situación y cuando su padre le comenta cuál debería ser su pareja (espero ansioso conseguir las palabras exactas porque debería ser lo primero que nos enseñaran a todos para ser empezar con buen pie en esa difícil tarea que consiste en llegar a ser felices).

“Juno” es grande porque su guión es magnífico, porque no dramatiza para buscar la lágrima ni persigue la risa fácil, pero sí emociona y hace reír, se nos muestra como verosímil, real y cercana y a la vez peculiar y personal porque sus personajes y situaciones lo son. En concreto, el personaje de Juno, es uno de esos arrebatadores, poderosos, que trascienden y dejan huella y de ello tiene mucha culpa una Ellen Page que está insuperable logrando sin duda una de las mejores interpretaciones femeninas del año.

Es imposible ver esta película y no sonreír, no emocionarse, no meditar, no sentirse confidente de la historia. Como espectador te sientes respetado y agasajado, participe de unos hechos sin la menor trascendencia una vez traspasada la puerta del cine, pero que podrían pasarte a tí o al vecino de al lado y que interesan porque el director y los actores han conseguido que los personajes te lleguen. Eso es el cine, eso es contar historias y pareciendo tan fácil es lo más complicado del mundo, tanto que hoy se ha convertido en poco común en muchas películas en las que importan más las acciones que las personas involucradas en ellas. Hay que aplaudir “Juno” porque conmueve, porque te atrapa, porque sus responsables quieren ser tus cómplices para que disfrutes con tu entrada pasando un rato que merece la pena pasar, porque te hacen guiños constantes con los que quieren provocar a tus emociones. ¡¡¡Chapeau!!!! por esta película. Nunca estará en las grandes listas de premiados o de las más grandes películas del mes, del año o de la década, pero son éstas las que te hacen engancharte al cine.

No os la perdáis. Es con estas películas con las que debe funcionar el boca a oreja porque, ya guste más o menos, es este el tipo de cine que nunca debe faltar y para eso es importante que aporte un beneficio a quienes apuestan por producirlas. Si alguna vez hay que ir al cine, a parte de con los grandes espectáculos, es con películas como “Juno”.