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Tras el estreno de “Pulp Fiction” en el año 1994, el director y guionista Quentin Tarantino se convirtió en una estrella de Hollywood de la noche a la mañana, y su estilo de cine tan característico, dinámico, violento y plagado de referencias cinéfilas, guiños y cameos, sobrevalorado por algunos y despreciado por los más clásicos y conservadores del medio, se convirtió en el emblema de una nueva ola de creadores llamado a renovar el cine norteamericano. Ganador de dos premios Óscar, dos Globos de Oro y la Palma de Oro del Festival de Cannes, nominado en numerosas ocasiones como guionista y director, autor de obras maestras del cine como “Reservoir Dogs“, la ya mencionada “Pulp Fiction” o las dos entregas de “Kill Bill“, no ha hecho ninguna película mala. Como mucho, algun título menor. E injustamente muchos señalan a “Jackie Brown” como el peor de sus trabajos.

Jackie Brown” fue la tercera película de Tarantino, que escribió y dirigió. Llegaba después del éxito de “Reservoir Dogs” y “Pulp Fiction“, y de sus colaboraciones en “Abierto hasta el amanecer” como actor, en “Marea Roja” como guionista, y “Four Rooms” como director de uno de los capítulos. Era una adaptación, personal y libre, de “Rum Punch“, una novela pulp del escritor de género negro Elmore Leonard, y el director de Knoxville la convirtió en un homenaje a las películas de blaxploitation al entregar el personaje protagonista a la actriz afroamericana Pam Grier, estrella de muchas películas del género en los años setenta. En el libro la protagonista era Jackie Burke, rubia y de raza blanca. Junto a ella, Samuel L. Jackson, Robert De Niro, Robert Forster, Bridget Fonda, Michael Keaton, Michael Bowen, Chris Tucker, Lisa Gay Hamilton, Tommy ‘Tiny’ Lister, Sid Haig y Aimee Graham, entre otros.

La película cuenta la historia de Jackie Brown, una azafata de vuelo de una aerolínea mexicana que necesita dinero y hace de correo para Ordell Robbie, un traficante de armas buscado por la policía. Un día es sorprendida en la aduana con el dinero de Robbie y una bolsa de cocaína, y es acusada de tráfico de drogas y evasión de capital. Sólo podrá evitar su ingreso en prisión, si acepta una propuesta de la policía: ayudarles a llegar hasta Robbie. La más lista de la clase y sin nada que perder, Jackie Brown tramará una red de engaños y mentiras a varias bandas a la vez, con el fin de salir de la operación ilesa, absuelta y, a ser posible, con un montón de fajos de billetes en los bolsillos.

Como es habitual en las películas de Quentin Tarantino, “Jackie Brown” es un entretenido puzzle, con un reparto coral, montado con maestría para mantener el ritmo y la tensión a lo largo de 150 minutos, repleto de referencias cinéfilas, y un montón de frases brillantes y diálogos antológicos (“La sorpresa es el secreto del éxito“,…). También es, por supuesto, una película cargada de violencia y lenguaje soez. Y con una banda sonora fantástica de R&B, repleta de temas clásicos olvidados o ignorados de la música negra de los setenta, que se convirtió en todo un éxito de ventas. Para algunos, es la menos ‘tarantiniana‘ de las películas de Quentin Tarantino. Para otros, una obra menor. Para nosotros, una película excelente, un momento reposo entre la precedente “Pulp Fiction” y la posterior “Kill Bill“, que demostró que Quentin Tarantino tenía un talento inmenso y muchos ases en la manga.

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