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Considerada por nuestros redactores como la mejor película basada en los cómics de Marvel, al margen de las del UCM de Marvel Studios, “Logan” de James Mangold fue la despedida cinematográfica del fiero mutante de las garras de adamantium interpretado por Hugh Jackman tras sus dos primeras aventuras, “X-Men Origins: Lobezno” y “Lobezno Inmortal“. Una película crepuscular y violenta, de tono adulto, que cierra la trilogía de forma brillante.

La historia nos traslada al año 2029. Los mutantes se han ido, o casi. Ya no queda nada de la Escuela de Charles Xavier para Jóvenes Dotados. Un retraído y abatido Logan pasa los días bebiendo sin parar, escondido en una remota parte de la frontera mexicana, ganándose algo de dinero como conductor de alquiler. Sus compañeros en el exilio son el marginado Caliban y un enfermo Charles Xavier, cuya singular mente sufre ataques y convulsiones cada vez más graves. Pero los intentos de Logan por ocultarse del mundo y de su legado llegan a un abrupto fin cuando aparece una misteriosa mujer con una petición urgente: que Logan guíe a una chica joven mutante hasta un lugar seguro. Las garras le vuelven a brotar inmediatamente a Logan cuando tiene que enfrentarse a fuerzas oscuras y a un villano de su antiguo pasado en una misión a vida o muerte, una misión que situará a este guerrero, golpeado por el tiempo, a cumplir con su inevitable destino. Fue nominada al Oscar a mejor guion adaptado (pero se lo llevó James Ivory por “Call Me by Your Name“).

Protagonizada por Hugh Jackman, Patrick Stewart, Dafne Keen, Boyd Holbrook, Stephen Merchant, Richard E. Grant, Han Soto y Doris Morgado, entre otros, “Logan” estaba ligeramente inspirada en el “Old Man Logan” de Mark Millar y Steve McNiven, un cómic del año 2008 que ubicaba a su protagonista en un futuro distópico, la Tierra 807128, en el que los villanos del mundo se unieron para acabar con todos los superhéroes y unos pocos supervivientes, como un Lobezno que ha prometido no volver a sacar sus garras, malviven en un planeta devastado que permanece, como un juguete roto, en manos de los malvados. Como en aquella emblemática miniserie, en “Logan” las habilidades de Lobezno ya no son las que eran y vive apartado, al margen del mundo, pero en esta ocasión es una malvada corporación, que está convirtiendo a niños mutantes en máquinas de matar, la que obliga al mutante a salir de su retiro y volver a la lucha.

Una obra mucho más oscura y profunda que cualquiera de las películas anteriores de la Patrulla-X o de los mutantes de Marvel Comics, pensada como una obra de despedida y cierre, de manera que se respira una melancolía crepuscular durante todo el metraje, al estilo de westerns como “Sin perdón“, y los personajes principales mueren al final. 20th Century Fox no dejó ni una rendija para ningun regreso.

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