Entre los grandes nombres del cómic francobelga los nombres de Hergé, René Goscinny, Albert Uderzo o Edgar P. Jacobs tienen un lugar destacado, pero brilla con luz propia uno de nuestros favoritos, el belga André Franquin. Quizás la historia no le ha concedido el mismo reconocimiento que los creadores de Tintín o Astérix, pero muchos de sus colegas le consideraron todo un gran maestro.

modestopompon_portada¡Pobre Modesto! Este joven tranquilo, urbano burgués y moderno, que sólo quiere disfrutar de un poco de paz, pipa en boca y libro en mano, página tras página, gag tras gag, se ve atormentado, asaltado y molestado por su primo pelmazo, sus sobrinos inquietos y sus vecinos caraduras y malhumorados. Solamente el encanto y la serenidad de la dulce Pompón le devuelven un poco de orden y tranquilidad a su vida… pero siempre por poco tiempo.

El dibujante belga André Franquin (1924-1997), el maestro y referente máximo de la llamada ‘École de Marcinelle‘ de bande dessinée francobelga, es uno de los autores de cómic más importantes de todos los tiempos, reconocido sobretodo por su trabajo con personajes como Spirou y Fantasio, el Marsupilami o Tomás el Gafe. Sí, el nombre de André Franquin va indisolublemente vinculado al de Spirou, el inolvidable botones del Moustic Hotel pero, como muchos otros autores, la magnitud de su obra abarca más que sus obras más populares.

La serie “Modesto y Pompón” (“Modeste et Pompon“) apareció en el año 1955 en la revista “Tintín” de la editorial Le Lombard, después de una accidentada historia de amores e infidelidades editoriales a tres bandas entre Franquín, Charles Dupuis y Raymond Leblanc, que nos relatan Christelle y Bertrand Pissavy-Yvernault de forma extensa y muy didáctica en los fantásticos y muy recomendables artículos que acompañan el volumen integral publicado por Dolmen Editorial en febrero del 2016.
Es la nueva entrega de la formidable colección ‘Fuera Borda‘, una de las mejores elecciones que ofrece actualmente el mercado del cómic en castellano para jóvenes lectores y padres nostálgicos. Este sello editorial se ha consolidado como referencia, reeditando material clásico de cómic francobelga de los años sesenta y setenta en formatos de lujo y que puede presumir de un catálogo de categoría que incluye títulos y personajes tan interesantes como la Natacha de François Walthéry, los Hombrecitos de Pierre Seron, Quena y el Sacramús de Gos, Benito Sansón de Peyo, Johan y Pirluit de Peyo, los Casacas Azules de Cauvin, Salverius y Lambil, el travieso gato Poussy de Peyo, Bermudillo de Thom Roep y Piet Wijn, y este Modesto y Pompón de André Franquin. Y, como siempre, este álbum de lomo amarillo (para diferenciarlo de las otras colecciones del mismo sello) llega acompañado por uno de los elementos característicos de la colección: un montón de páginas (¡44!) de extras repletos de material inédito con portadas originales, numerosos documentos inéditos, dibujos, artículos de interés, bocetos e ilustraciones, que completan una edición cuidada, de formato inmejorable. Así, a través de cinco artículos escritos por especialistas en esta obra (incluida la hija de su creador), podremos adentrarnos en las vicisitudes que rodearon la creación de esta serie, su desarrollo y el papel que representa como testigo de una época y como auténtico clásico del cómic europeo.

Este integral recoge las 183 páginas firmadas por André Franquin, a partir de guiones escritos por Goscinny, Greg y Peyo, que fueron publicadas originalmente entre los años 1955 y 1959, ciento ochenta y tres historias que, en forma de gags de una sola página, nos invitan a presenciar la vida cotidiana de una joven pareja de los años cincuenta, Modesto y Pompón (que en nuestro país se bautizaron para las páginas de la revista “Zipi y Zape” como Teo y Dorita), así como sus amigos, compañeros y vecinos de un apacible pueblo, cuya vida está salpicada de desventuras domésticas y accidentes cotidianos, relacionadas a menudo con los avances técnicos y los nuevos inventos que en aquel momento marcaban la modernidad.
La mayoría de problemas suelen llegar al hogar de Modesto de la mano de su amigo Félix, comercial embaucador con tan poco tino para elegir los productos de su catálogo como para hacer las demostraciones, pero los tres sobrinos revoltosos de Félix (los Jorgito, Juanito y Jaimito del pato Donald pasados por el filtro de la ‘École de Marcinelle’), vecinos insufribles como la familia Pelmazo, vecinos cascarrabias como el señor Demorros, familiares que vienen de visita para quedarse como el tio Sinforoso, o el bebé de la prima Enriqueta también tienen su protagonismo en las desventuras de Modesto. De hecho, poco a poco y con el paso de las páginas, el papel de la dulce Pompón se va haciendo más testimonial y se convierte en una simple moderadora entre Modesto y sus problemas.

Es evidente, para los lectores habituales de cómic francobelga y para los seguidores de la obra de Franquín que su obra derrocha imaginación, pero hay gestos que delatan los límites: las historias breves de “Modesto y Pompón” recuerdan a menudo a las meteduras de pata de Gaston Lagaffe, y es indiscutible el parecido entre Modesto con Fantasio y a Félix con Gaston. Pero que nadie se equivoque, pues “Modesto y Pompón” es una trabajo fantástico, un clásico del BD que no desluce ni un ápice pese a las complicaciones que acompañaron su periplo. Los personajes que desfilan por la casa de Modesto nos resultan tiernos y entrañables, sencillos y transparentes, sin maldad ni sombras, incluso los insufribles Pelmazo, y de hecho no se llega a adivinar en ningún momento los lazos que unen a los dos protagonistas. ¿Amigos, familia,… pareja sentimental? A lo largo de las ciento ochenta y tantas páginas nunca se hace una referencia explicita a la relacion que mantienen Modesto y Pompón, casta y formal, ya que estas aventuras publicadas en la revista “Tintín” estaban dirigidas a un publico infantil.
También merece la pena prestar atención al atrezzo de las viñetas, un extenso catálogo de mobiliario decorativo de los años cincuenta. Un retrato genial de una época. De su época.

En conclusión, con “Modesto y Pompón” estamos hablando de una obra de un maestro del cómic, André Franquin, a la que no deberíamos calificar como menor por mucho que sea uno de los trabajos menos conocidos del genio belga.

Modesto y Pompón.
Autor: André Franquin
Fecha de publicación: Febrero del 2016
ISBN: 978-84-16436-37-8
Formato: 21,5x38cm. Cartoné. Color.
Páginas: 232
Precio: 37,90 euros